CUATRO SECRETOS DE UN MINISTERIO FRUCTÍFERO
La mayoría de la gente está interesada en, o con, la productividad. Pero la Biblia no usa la palabra “productividad"; en vez de eso, encontramos la palabra “fructificar.”
Dios quiere que tengamos ministerios fructíferos, así que yo quiero mostrarte algunos principios que producirán un fruto santo y agradable a Dios en tu vida. Creo que hay cuatro condiciones que son esenciales para tener un ministerio fructífero.
1. Primero, debes cultivar tus raíces.
Dios dice que no hay fruto si no hay raíces. Necesitas raíces particularmente cuando tus recursos son limitados, para cuando vengan los días de sequía.La sequía o estiaje, como tú sabes, es un período largo de tiempo en el cual no hay lluvia. ¡A veces llega a durar años!
Un tiempo de sequía en tu vida es cuando tienes que hacer algo sin contar con todo lo que necesitas para lograr lo que estás haciendo. Quizá necesitas tiempo, energía, dinero, salud o ayuda, y no lo tienes. Habrá períodos de estiaje en tu ministerio; es más, quizá estás en uno ahora mismo.
2. Segundo, debes eliminar las malezas en tu vida y ministerio.
Las malezas en tu ministerio, y en tu vida, son aquellas cosas que obstaculizan o limitan tu crecimiento espiritual. Malezas son las cosas que estrangulan tu relación con Cristo o que evitan un crecimiento mayor.
¿Cuánto esfuerzo se requiere para que crezcan las malezas? ¡Absolutamente ninguno! Tú no necesitas cultivar las malezas. De hecho, esa es la diferencia entre una maleza y un vegetal comestible. Aún cuando abones, riegues, y cultives un vegetal comestible, algunas veces estos mueren. No pongas atención alguna a las malezas, y ¡aún así crecerá!
Malezas son una señal de descuido. He hallado que cuando descuido mi tiempo de opcional con Dios, cuando soy negligente mi estado físico al no caminar ni hacer ejercicio, y cuando descuido mis relaciones más importantes en mi vida, las malezas comienzan a crecer y empiezan a estrangular y ahogar mi productividad.
3. Tercero, debes cooperar con Dios cuando pode en tu vida.
¿Qué es podar?
Posar no solamente incluye cortar las ramas secas y muertas, sino también algunas ramas vivas con el fin de mejorar la forma de la planta y estimular el crecimiento. Podar es esencial para incrementar la productividad. No es opcional. Si tú vas a ser productivo en el ministerio, Dios te hará pasar a través de tiempos de poda.
Dios te poda para que seas fructífero. En tu vida Dios no solamente corta las ramas secS y muertas; Él también corta áreas exitosas, AUN áreas que están llevando fruto maravilloso. Cuando Él hace esto podrías llegar a batallar en entender por qué, pero la razón es que Él te está preparando para un ministerio más grande y productivo.
4. Cuarto, debes esperar por la cosecha.
Llevar fruto toma tiempo. No sucede automáticamente. Tú no plantas una semilla en la tierra y en el siguiente día ya estás cosechando. Es de puro sentido común: las semillas deben ser plantadas. Luego las cubres con tierra, las riegas, las abonas y esperas en oración a que crezca la planta y puedas obtener fruto.
Tal como una semilla da vida a partir de su propia muerte, para que tú seas más efectivo en el ministerio debes morir a tu vieja naturaleza, morir a tus propios deseos y ambiciones en el proceso mientras esperas la cosecha. Crecer y dar fruto toma tiempo, pero no te duermas. Sigue conectado a Jesucristo.
Quizá has estado dormido por algún tiempo en tu ministerio. Mi oración es que tú mismo te darás a Cristo, diciéndole, “Señor, quiero trabajar en estas cuatro áreas: cultivar mis raíces, eliminar las malezas, cooperar en tu poda, y esperar por la cosecha. Dios, te confío lo que he sembrado, y confío en que lo que he sembrado, inevitablemente dará un cosecha para ti.”
Esta es la ley de la cosecha.
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