sábado, 7 de octubre de 2017

¿QUÉ HACER ANTE LA PROSPERIDAD DE LOS IMPÍOS?


Base bíblica: Salmo 73


Introducción: Todos, en más de una ocasión hemos sentido lo que sintió el salmista y al pasar por su misma experiencia, nos hemos preguntado ¿por qué prosperan los impíos y nosotros no? ¿Qué debemos hacer?  


I.- Evitemos que los malos sentimientos se arraiguen en nuestros corazones (v. 3 y v. 21).

P. ej. Envidia (v.3) y amargura (v.21).

Los malos sentimientos nos hacen actuar como un animal.


II.- Entremos constantemente en la presencia de Dios (v. 17-20; 27, 28).

En la presencia de Dios se conoce la voluntad de Dios para nosotros (v. 28)

En la presencia de Dios se descubre cuál es el fin de los impíos (v. 17-20, 27).


III.- Dispongamos en nuestro corazón que Dios es y será nuestra máxima posesión (v.23-26).

Él no nos reprocha nuestro proceder.  Nos guía como a un hijo pequeño (de la mano) (vv. 23, 24).

Él es nuestra herencia en el cielo, y nuestra máxima posesión aquí en la tierra (vv.25, 26)


Conclusión: Si esto hacemos, podremos decir junto al salmista ¡CIERTAMENTE ES BUENO DIOS PARA CON ISRAEL! ¡CIERTAMENTE ES BUENO DIOS PARA CON LOS SUYOS!


Aplicaciones: 

a) No dejemos que los malos sentimientos nos hagan comportarnos como bestias. 

b) Si buscamos a Dios nos daremos cuenta que el fin de los impíos será muy diferente a su situación presente, por ejemplo: Lucas 16:19-31.

c) No hay nada ni nadie que valga más que Dios y nuestra relación con Él.  Cuando la envidia quiera anidar en nuestro corazón, valoremos lo que Dios significa y vale para nosotros: más que todo el oro, la fama y el placer del mundo. 


martes, 3 de octubre de 2017

CRISTO EL CAMINO



Cristo no solamente nos dio el mensaje de los evangelios, sino también nos dio el método para crear un movimiento de multiplicación.


Entender la vida y misión de Cristo es fundamental para entender nuestra vida y misión. Necesitas una fuerte y sólida  Cristología, o terminarás con una eclesiología distorsionada. 


Los evangelios nos muestran la vida de Cristo y cómo inició y desarrolló un sano movimiento de hacer discípulos  (Gran Comisión). Hechos nos muestra cómo se multiplicó ese movimiento. Las Epístolas nos muestran cómo profundizar y mantener ese movimiento a largo plazo.


“Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo,” es la convicción de Pablo (1 Corintios 11:1). 


"Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo, de tal modo que ustedes sigan sus pisadas,” nos desafía Pedro (1 Pedro 2:21).


“Todo aquél que reclama vivir en Él, debe vivir como Jesús lo hizo,” clama Juan (1 Juan 2:6).