lunes, 1 de enero de 2018

HOY QUE COMENZAMOS UN AÑO NUEVO


En los inicios (Génesis 1), Dios dominó (subyugó) al más grande símbolo de caos que había en el mundo antiguo: las aguas. Él también creó la luz - algo que en el pensamiento de los antiguos gobernaba todo. Aun las tinieblas, a lo cual ellos temían profundamente, ahora son gobernadas por Dios.

Los antiguos se preguntaban, "¿Dios, dónde estás tú en medio de este mundo caótico?” Él les responde con una historia acerca de los inicios. En esta historia, hallamos que Dios establece orden en un mundo caótico. Él gobierna sobre los otros dioses. Gobierna sobre la luz. Gobierna sobre la noche. Es como si Dios dijera, "¿Por qué tienes miedo? Yo estoy aquí. Estoy trabajando en esto y arreglando el asunto.”

Mateo 1–2 nos da otro inicio—un niño nace en circunstancias humildes. Pero es a través de este niño, Jesús, que el mismo mundo fue creado originalmente. Y eso no es todo: en Él y a través de Él todo se junta, se une. El caos se vuelve orden: “Porque todas las cosas en los cielos y sobre la tierra fueron creadas por Él… y Él mismo es antes que todas las cosas, y en Él todas las cosas se mantienen unidas” (Col 1:16–17). Si queremos entender verdaderamente nuestros orígenes, necesitamos este marco de referencia. 

Al igual que los antiguos, también estamos en medio de todo. Nos preocupa que el caos y el mal lleguen a reinar, pero debemos ceder el control  Cristo. Él puede y quiere traer orden a nuestras vidas ingobernables. Necesitamos un nuevo comienzo. En Génesis, Dios quiere que lo veamos retomando eso que Él creó, revirtiendo el caos - y eso nos incluye a nosotros.

¿A qué caos le tienes temor? Con frecuencia nos sentimos en medio de un torbellino, pero nuestros comienzos nos sugieren y enseñan que Cristo está manteniendo unido todo y lo sostiene. ¿En qué áreas de tu vida necesitas el orden de Dios? ¿Dónde necesitas que Cristo venga y ponga orden en tu vida?