domingo, 24 de mayo de 2015

AGENTES  DE CAMBIO

1. No hay transformación externa sin una transformación interna.
2. Los demás sólo ven tus experiencias en la cumbre, pero ignoran tus luchas diarias en el valle.
3. Responde, no reacciones.
4. Habla cuando estés molesto y pronunciarás el mejor discurso del que te arrepentirás por siempre.
5. No puedes ser el mejor amigo de todos. 
6. Tus decisiones a veces no te harán más popular.
7. Diagnosticar el problema es siempre más sencillo que encontrar una solución.
8. El verdadero liderazgo consiste en guiar a alguna parte; guiar involucra de modo inevitable lidiar con el desacuerdo, y no puedes decir "sí" a todo, porque todo "sí" implica por lo menos un "no", y a veces más de uno.
9. No hagas planes pequeños, estos no mueven los corazones de los hombres.
10. La gente importa más que los programas.
11. Un voluntario equivale a dos hombres obligados.
12. Los que pueden, lo hacen; los que no pueden, enseñan.
13. Los empleados a menudo soportarán un mal liderazgo, resistirán la falta de estímulo o lidiarán con una profunda insatisfacción debido al dinero que cobran, ya que una buena paga cubre una multitud de defectos y errores. No obstante, para los voluntarios la cuestión es diferente ya que no existe tal incentivo monetario. Si su trabajo es insatisfactorio, ponen tierra de por medio.
14. Jesús nunca presionó, forzó, obligó, golpeó, coaccionó, engatusó, maltrató o manipuló a la gente. Él nunca intimidó a los demás para someterlos; por el contrario, los inspiraba. Cristo fue y es servido por medio de voluntarios.
15. Las personas no cambian por una exhortación moral, sino por una imaginación transformada.

sábado, 23 de mayo de 2015

HACIENDO LA TRANSICIÓN DE IGLESIA TRADICIONAL A IGLESIA MISIONAL

TRANSICIONANDO DE TRADICIONAL A MISIONAL



1. Empieza con la formación espiritual.
2. Cultiva un acercamiento misional de liderazgo.
3. Enfatiza el despliegue de misioneros locales (sacerdocio de todos los creyentes).
4. Enfoca la atención en la comunidad local.
5. No lo hagas solo.
6. Crea nuevos medios de medir el éxito.
7. Busca los terceros lugares (espacios de proximidad).
8. Practica la hospitalidad bíblica.
9. Saca provecho del poder de las historias.
10. Promueve la paciencia.


¿Qué asuntos o tópicos necesitan considerarse cuando intentamos hacer la transición de una iglesia de mantenimiento a una iglesia misional?
La siguiente lista ciertamente no es conclusiva ni comprehensiva, pero hay diez elementos que yo creo necesitan ser considerados cuando hagamos un cambio misional:

1. COMIENZA CON LA FORMACIÓN ESPIRITUAL 

Dios llama a la iglesia para que sea una comunidad de gente enviada que no vive más para sí misma, sino para participar con Él en sus propósitos redentores. Sin embargo, la gente no tendrá la fuerza ni la pasión para vivir como una sociedad contra-cultural para el bien de otros si ellos no son transformados por el modelo de Jesús. Si la iglesia tiene que "ir y ser", en vez de esperar que "vengan y vean", entonces debemos asegurarnos que somos una comunidad formada por el Espíritu con la capacidad espiritual de impactar las vidas de otros.

Esto significa que la iglesia debe tomar seriamente su responsabilidad de cultivar la transformación espiritual y no permitir que los creyentes permanezcan como adolescentes en lo que respecta a su madurez espiritual. Tal formación espiritual debe incluir mucho más que apuntalar lo relacional, e involucrarse considerablemente con una  multitud de disciplinas  espirituales.

Tales disciplinas deberían involucrar el permanecer en la Palabra, por lo que la iglesia aprende a considerar a las Escrituras no como una herramienta, sino como la voz viva de Dios  que existe para guiar a su pueblo a su misión. Si creemos que la misión es verdaderamente la misión de Dios, entonces debemos aprender a discernir dónde está trabajando Él; y más aún, a la luz de nuestros dones y recursos, cómo desea Él que la iglesia participe en lo que Él está haciendo en un contexto local.

2. CULTIVA UN ACERCAMIENTO MISIONAL AL LIDERAZGO 

La segunda transición más importante al fomentar una postura misional en una iglesia local es repensar los modelos de liderazgo de la iglesia que se han aceptado como el status quo. Esto requerirá el desarrollo de una aproximación misional al liderazgo el cual tiene un especial énfasis sobre la función apostólica del liderazgo eclesiástico, el cual fue marginado durante el tiempo de la Cristiandad en favor de la función pastor/maestro.

Esta aproximación misional al liderazgo involucrará la creación de un ambiente apostólico a través del cual pase toda la vida de la iglesia. El líder debe animar la actividad pionera que empuje a la iglesia a nuevos territorios aun no mapeados. Sin embargo, porque no todos los de la iglesia abrazarán tales riesgos, la mejor aproximación incluirá crear una clase de departamento en la iglesia para aquellos que son innovadores y los que adoptan las nuevas ideas en una forma temprana.

Debe cultivarse una cultura de experimentación en la cual se espere que se intenten nuevas iniciativas, aun si éstas no son exitosas. A medida que las actividades den fruto y las historias de vidas cambiadas empiecen a surgir dentro de la comunidad de la iglesia, un número creciente de personas empezará a notarlo e involucrarse.

3. ENFATIZA EL SACERDOCIO DE TODOS LOS CREYENTES

La idea de Martín Lutero del sacerdocio de todos los creyentes fue que todos los cristianos fueran llamados a llevar sus ministerios vocacionales a cada área de la vida. Cada creyente debe entender plenamente cómo su vocación juega una parte central en el reino redentor de Dios.

Pienso que fue Rick Warren quien popularizó la frase “cada miembro es un ministro.” A la vez que esta frase es un eslogan muy útil para mover a la gente a entender su responsabilidad en la vida interna de la iglesia, el propósito de Dios para su iglesia sería alcanzado si animáramos a la gente a reconocer que también “cada miembro es un misionero.” Esta actividad misionera incluirá no sólo ser enviado a lugares lejanos, sino también a actuar como un enviado de Dios en lugares, escuelas, empresas, oficinas y vecindarios locales.

4. ENFOCA TU ATENCIÓN EN LA COMUNIDAD LOCAL

A medida que los miembros individualmente empiezan a verse a sí mismos como misioneros enviados a su contexto local, la iglesia empieza a cambiar  de una mentalidad de "afuera hacia dentro" a otra mentalidad de "adentro hacia fuera", es decir de la iglesia hacia la comunidad que la rodea. La iglesia debe comenzar a desarrollar una teología de la ciudad que vea a la iglesia como un agente de transformación para el bien de la ciudad (Jeremías 29:7). Esto involucra hacer exégesis de cada segmento de la ciudad para entender las necesidades locales, identificarse con la gente, y descubrir oportunidades únicas para que la iglesia comparta las buenas nuevas de Jesús.

5. NO LO HAGAS SOLO

La actividad misional que lleva a una transformación significativa de la comunidad toma mucho trabajo y ninguna iglesia puede realizar ese trabajo sola. Las iglesias misionales deben aprender a crear sociedades o compañerismo con otras iglesias así como con ministerios existentes que tienen cuidado y se preocupan por la comunidad.

6. CREA NUEVOS MEDIOS DE MEDIR EL ÉXITO

La iglesia debe moverse más allá de medir el éxito por los indicadores tradicionales de asistencia, edificios y finanzas. En lugar de eso debemos crear nuevas maneras de medir la efectividad en el ministerio y la misión. Estos nuevos indicadores incluirán medir el impacto que la iglesia está teniendo sobre y dentro de la comunidad en vez de sólo medir lo que está sucediendo entre  los miembros dentro de las cuatro paredes de las instalaciones de la iglesia. Para la iglesia misional no cuenta tanto cuánta gente está activa dentro de la membresía de la misma, sino cuánta gente participa activamente en la comunidad. Ya no es tanto acerca de cuánto dinero se recoge y se atesora, sino de cuánto dinero se da a la misión de Dios para que su reino se demuestre y se extienda en la tierra.

Una iglesia misional se hará las siguientes preguntas:

1. ¿Cuántas horas ha invertido la iglesia orando por asuntos de la comunidad? 
2. ¿Cuántas horas han invertido los miembros con los no creyentes?
3. ¿ Cuántos de aquellos no creyentes están haciendo movimientos significativos hacia Jesús? 
4. ¿Cuántos grupos de la comunidad usan las instalaciones de la iglesia? 
5. ¿Cuántas personas dela comunidad han sido ayudadas en lo que respecta al área de la salud? 
6. ¿Cuántas personas de la comunidad han sido ayudadas por la iglesia en lo que respecta a empleo?
7. ¿Qué cantidad de niños en edad de escuela están siendo ayudados y tu toreados después de las actividades de la escuela por gente de la iglesia? 
8. ¿Cuántas veces los líderes de la comunidad o la simple gente de fuera busca a la iglesia por un consejo?

Hasta que la iglesia reconsidere la definición de éxito en el ministerio y cree nuevos estándares para medir apropiadamente ese éxito, continuará permitiendo que recursos (espirituales, humanos, materiales y financieros) vitales sean mal dirigidos en otras direcciones.

7. BUSCA LOS TERCEROS LUGARES (Espacios de proximidad)

En una cultura pos-cristiana donde más y más personas están menos y menos interesadas en las actividades de la iglesia, es cada vez más importante conectarse con la gente en lugares neutrales, o  terrenos comunes donde se pasa el rato. En su libro “El Buen y Gran Lugar” Ray Oldenburg identifica estos lugares de terreno común como los “terceros lugares.”

De acuerdo a Oldenburg, los terceros lugares son aquellos ambientes en los cuales la gente conoce a más personas para interactuar con ellas a fin de desarrollar amistades. En el pensamiento de Oldenburg nuestro primer lugar es el hogar y la gente con quien vivimos en éste. El segundo lugar es donde trabajamos y el lugar donde pasamos la mayoría de nuestras horas cada día. Pero el tercer lugar es un escenario informal donde la gente se relaja y tiene la oportunidad de conocer a, y ser conocido por otros.

Los terceros lugares pueden incluir a cafeterías, mercados, salones de belleza, gimnasios, librerías, restaurantes, plazas comerciales, etc. Estos lugares de terreno común deben tener cada vez una posición de mayor importancia  en el ministerio total de la iglesia y de los individuos para empezar a reconocerse a ellos mismos como misioneros enviados por Dios a su contexto local a servir y compartir la Palabra de Dios.

8. PRACTICA LA HOSPITALIDAD BÍBLICA

Además de conectar con la gente en los terceros lugares de nuestras comunidades locales, necesitamos redescubrir el tema de la hospitalidad por medio de la cual nuestros hogares se convierten en lugares de terreno común. La hospitalidad bíblica es mucho más que entretener a otros en nuestros hogares. La hospitalidad genuina involucra invitar a las personas a que entren en nuestras vidas, aprenderá escucharlas, y cultivar un ambiente de misericordia y justicia, sea que nuestra interacción con ellos ocurra en un tercer lugar en nuestras casas. Sin importar el lugar de reunión, debemos aprender a dar la bienvenida a los extraños.

9. SACA PROVECHO DEL PODER DE LAS HISTORIAS

En vez de tratar de definir lo que significa ser misional, es más útil describir la vida misional a través de historias e imágenes. Las historias crean nuevas posibilidades y energizarte a la gente a hacer cosas que no habían imaginado previamente. Podemos capturar la “imaginación misional” al compartir lo que otras comunidades de fe están haciendo e  ilustrar cómo se han conectado otros creyentes con gente no creyente en algunos terceros lugares, cultivar un bu n entendimiento con las escuelas locales, y edificar relaciones significativas con nuestros vecinos que transformen sus vidas.

Por otra parte, podemos reflexionar profundamente sobre las imágenes bíblicas de misión, servicio y hospitalidad al invertir tiempo en pasajes tales como Génesis 12:2, Isaías 61:1-3, Mateo 5:4310:4022:39; 25:35; y Lucas 10:25-37.

10. PROMUEVE LA PACIENCIA 

El desafío más grande que encara la iglesia en Occidente es la “re-conversión” de sus propios miembros. Necesitamos convertirnos del modo Constantiniano de ser iglesia enfocada internamente a ser un movimiento misional-encarnacional enfocado hacia fuera. Este movimiento es un verdadero reflejo del Dios a quien seguimos. 


Sin embargo. Esta conversión no será fácil. El esfuerzo gravitacional para enfocar todos nuestros recursos en nosotros mismos es muy fuerte aún. Debido a que la cristiandad aún mantiene un collar de fuerza sobre la iglesia en Norteamérica - aun cuando la cultura está plenamente consciente de la muerte de la cristiandad – la transición hacia una postura misional requerirá de mucha paciencia, tanto con los de dentro como con los de fuera de la iglesia. Muchos de los de dentro necesitarán tiempo considerable para aprender cómo reconstruir la vida de la iglesia para beneficio de otros (los de fuera). Al mismo tiempo, la iglesia necesitará amar pacientemente a la gente de fuera, a comunidades enteras, quienes han aumentado su escepticismo hacia la iglesia.

POR BRAD BRISCO 

Traducido por Floriano Ramos Esponda