miércoles, 28 de diciembre de 2016

ENSEÑANZAS DE EFESIOS

EFESIOS

Nuestras iglesias vienen en todos los estilos y formas – rurales y urbanas, con grandes templos o en casas, con tecnología de punta o sin ella, con mucha gente o pocos hermanos, gente de muchos recursos financieros y materiales o gente de escasos recursos, gente con un alto nivel académico o con pocos estudios, etc. Los edificios podrán variar, pero la iglesia no está confinada a cuatro paredes. La iglesia de Cristo es gente, personas, su pueblo de cada raza y nación, quienes aman a Cristo y están comprometidos a servirle y hacerle conocer.

La “edad de la iglesia” comenzó en Pentecostés (Hechos 2). Nacida en Jerusalén, la iglesia pronto se diseminó a través del ministerio de los apóstoles y de la misión de los primeros creyentes. Avivada por la persecución, la llama del evangelio se esparció entonces a otras ciudades y naciones. En sus tres viajes, Pablo y su equipo de colaboradores establecieron iglesias locales en las ciudades gentiles. Una de las más prominentes de esas iglesias fue la de Éfeso. Fue establecida en el año 53 A. D. en el viaje de regreso a casa a Jerusalén. Pero Pablo regresó un año más tarde, en su tercer viaje misionero, y permaneció allí por tres años, predicando y enseñando con gran efectividad (Hechos 19:1-20). En otra ocasión, Pablo se reunió con los ancianos de la iglesia de Éfeso, y en otra les envió a Timoteo como un delegado apostólico para servir entre ellos (1ª Timoteo 1:3). Solo unos pocos años más tarde, Pablo fue enviado como prisionero a Roma. Mientras estuvo allí, fue visitado por mensajeros de varias iglesias, incluyendo a Tíquico de Éfeso. Pablo escribió esta carta a la iglesia y la envió a ellos con Tíquico. No fue escrita para contrarrestar una herejía o confrontar un problema específico. Ésta es una carta de ánimo. En ella Pablo describe la naturaleza y apariencia de la iglesia, y desafía a los creyentes a funcionar como el Cuerpo viviente de Cristo en la tierra.

Después de un caluroso saludo (1:1, 2), Pablo afirma la naturaleza de la iglesia- el glorioso hecho de que a los creyentes en Cristo les ha sido otorgada  la bondad de Dios (1:3-8), que han sido escogidos para su propósito (1:9-12), sellados con el Espíritu Santo (1:13,14), llenados con el poder del Espíritu (1:15-23), liberados de la maldición y esclavitud del pecado (2:1-10), y traídos cerca de Dios (2:11-18). Como parte de la familia y pueblo de Dios, estamos junto a los profetas, apóstoles, judíos, gentiles, y Cristo mismo (2:19-3:13).
Luego, como si fuera vencido por la emoción al recordar todo lo que Dios ha hecho, Pablo desafía a los Efesios a vivir cerca de Cristo, y prorrumpe en una alabanza espontánea (3:14-21).

Pablo dirige entonces su atención a las implicaciones de ser parte del cuerpo de Cristo, la iglesia. Los seguidores de Cristo deberían tener unidad en su compromiso con Cristo y en el uso de los dones espirituales (4:1-16). Ellos deberían tener los más altos estándares morales (4:17-6:9). Para los individuos esto significaría rechazar las prácticas paganas (4:17-5:20), y para la familia, esto significaría sumisión mutua y amor (5:21-6:9). Pablo luego recuerda a los creyentes que la iglesia está en una constante batalla con las fuerzas de las tinieblas y que deberían usar cada arma espiritual que esté a su disposición de parte de Dios (6:10-17). Él concluye esta epístola pidiéndoles que oren por él, comisionando a Tíquico, y dándoles una bendición (6:18-24).

A medida que avanzamos en los temas de las conferencias y predicaciones estos tres días, agradece a Dios por la diversidad y unidad que hay en su familia, ora por tus hermanos y hermanas en la fe a lo largo y ancho del mundo, y acércate a los miembros de tu iglesia local y de las otras iglesias locales presentes y/o representadas.

Fraternalmente en Cristo: Hno. Floriano Ramos Esponda


EL DISEÑO O BOSQUEJO

1. La unidad en Cristo (1:1-3:21).
2. La unidad en el cuerpo de Cristo (4:1-6:24).

En esta carta, Pablo explica las cosas maravillosas que hemos recibido a través de Cristo y se refiere a la iglesia como un cuerpo para ilustrar unidad de propósito y mostrar cómo cada miembro en lo individual es una parte del todo que debería trabajar junto a todas las otras partes. En nuestra propia vida, deberíamos trabajar para erradicar toda calumnia (hablar de alguien cuando no está presente), chisme, crítica destructiva, celos, ira y amargura, porque todas ellas son barreras que impiden la unidad.

TEMAS MAYORES

1. El propósito  de Dios.

Explicación: De acuerdo al plan eternal y amoroso de Dios, Él dirige, lleva a cabo, y sustenta nuestra salvación. 

Importancia: Cuando respondemos al amor de Cristo poniendo nuestra confianza en Él, su propósito llega a ser nuestra misión. ¿Has hecho el compromiso con Dios y contigo mismo para cumplir el propósito de Dios? Si lo hiciste, ¿lo has mantenido? 

2. Cristo el centro.

Explicación: Cristo es exaltado como el centro del universo y el foco de la historia. Él es la cabeza del cuerpo, la iglesia. Él es el creador y sustentador de toda la creación.

Importancia: Porque Cristo es central para todo y en todo, su poder debe ser central en nosotros en lo individual y en lo colectivo. Empecemos dándole su lugar y poniendo todas nuestras prioridades bajo su control.

3. La iglesia viviente.

Explicación: Pablo describe la naturaleza de la iglesia. La iglesia, bajo el control de Cristo, es un cuerpo viviente, una familia, una morada. Dios da a los creyentes habilidades especiales por su Espíritu Santo para edificar la iglesia a fin de que ésta cumpla el propósito de Él.

Importancia: Somos parte del cuerpo de Cristo, y debemos vivir en una unión vital con Él. Nuestra conducta debe ser consistente con esta relación viviente. Usemos esas habilidades que Dios nos ha dado para equipar a los creyentes para el servicio y la misión de Dios. Cumplamos el rol que nos toca dentro de la iglesia viviente y dentro de la misión de Dios.

4. La nueva familia

Explicación: Ya que Dios, a través de Cristo,  pagó la pena por nuestros pecados y nos perdonó, es que hemos sido reconciliados con Él –nos ha acercado a Él (ya que estábamos lejos de Él). Somos una nueva humanidad, somos una nueva familia. Estar unidos con Cristo significa que nos debemos tratar los unos a los otros como miembros de la misma familia.

Importancia: Somos una sola familia en Cristo; de tal modo que no debería haber barreras, ni divisiones, ni ninguna base para discriminación. Todos pertenecemos a Él, de tal modo que deberíamos vivir en armonía los unos con los otros.

5. La conducta cristiana

Explicación: Pablo anima a todos los cristianos a llevar una vida cristiana dinámica y sabia, porque los privilegios conllevan responsabilidades. Como una nueva comunidad, debemos vivir bajo los estándares de Cristo.

Importancia: Dios nos provee su Espíritu Santo para capacitarnos para vivir a su manera. Para utilizar el poder del Espíritu, debemos dejar o echar a un lado nuestros bajos deseos y revestirnos del poder de la nueva vida que Él nos da. Someter nuestra voluntad a Cristo, y amar a los demás es algo que debemos hacer.

Nuestra verdadera identidad en Cristo, según Efesios:

1:3 Somos bendecidos con toda bendición espiritual en Cristo.
1:4 Somos santos y sin culpa.
1: 5, 6 Somos adoptados como hijos de Dios.
1:7 Nuestros pecados han sido quitados, y somos perdonados.
1: 10, 11 Hemos sido puestos bajo la autoridad de Cristo.
1: 13 Somos identificados como posesión de Dios por el Espíritu Santo.
2:6 Hemos sido resucitados y sentados con Cristo en gloria.
2:10 Somos una obra de arte de Dios.
2:13 Hemos sido hecho cercanos a Dios.
3:6 Participamos de la promesa de bendiciones a través de Cristo.
3:12 Podemos llegar con libertad y confianza a la presencia de Dios.
5:29, 30 Somos miembros del Cuerpo de Cristo, la Iglesia.

Cada libro en la Biblia tiene su propio tema y mensaje especial, aun cuando pueda tratar con muchos tópicos diferentes. Génesis el el libro de los comienzos; Mateo es el libro del reino; Gálatas es el libro de la libertad. Efesios 1:3 establece su tema: las riquezas que el cristiano tiene en Cristo.

1:7 Riquezas de su gracia.
1:18 Riquezas de la gloria de su herencia en los santos.
2:4 Rico en misericordia.
2:7 Superabundantes riquezas de du gracia.
3:8 Evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo.
3:16 Riquezas de su gloria.

Sermón:  

VIDA DIGNA EN EQUILIBRIO
 
En el mero centro de la epístola a los Efesios está la palabra Axios, sobre la cual gira toda la carta. Es la bisagra o punto de inflexión de todo el escrito de Pablo a los creyentes de Éfeso. En español está palabra se traduce "digna (o)". 
 
Efesios 4.1
Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados.
 
Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados.
 
Así pues, yo, prisionero por amor al Señor, les exhorto a que lleven una vida en consonancia con el llamamiento que han recibido.
 
Yo, que estoy preso por servir al Señor Jesús, les ruego que vivan como deben vivir quienes, como ustedes, han sido llamados a formar parte del pueblo de Dios. 
 
La metáfora es ésta: nuestra vida es como una balanza y debe estar en equilibrio para que sea digna. En un lado o charola de la balanza está el "llamado" de Dios, (kleseos) = llamamiento, vocación, función. En la otra charola o lado de la balanza está nuestro "andar", (peripatesai) = caminar, vivir, comportarse, conducirse. Dios llama, nosotros respondemos "andando" de algún modo que sea consonante con el llamado de Dios, pero sobre todo con la persona que nos hace el llamamiento. Toda nuestra vida cristiana, de comienzo a fin es un constante llamar de Dios y un constante caminar nuestro. La cuestión aquí es si hay equilibrio, si nuestra vida es Axios, digna pues. 

¿Hay equilibrio en nuestras vidas entre el Dios que nos llama por su gracia, a través del Evangelio, y nuestro diario vivir en este mundo? ¿Hay equilibrio entre el llamado del Espíritu Santo con el cual fuimos sellados el día en que creímos en el evangelio y nuestro servicio a Dios?  ¿Hay consonancia entre Dios que nos salvó para alabanza de su gloria y nuestra vida comunitaria como iglesia? ¿Hay balance entre el hecho de que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús y nuestro involucramiento y uso de nuestros dones en y a través de la iglesia? ¿Es digna la manera en que agradecemos a Dios el hecho de que nos haya dado vida cuando estábamos muertos en delitos y pecados?  Recordemos que no éramos pueblo suyo, que estábamos lejos de su misericordia, que andábamos sin Cristo, sin Dios y sin esperanza en este mundo. Pero Él por su gran misericordia, nos hizo parte de su familia; ya no somos extranjeros ni advenedizos, sino parte de su pueblo. En Cristo somos una nueva humanidad.
 
¿De qué maneras prácticas hoy podemos vivir vidas dignas del llamado que Dios nos hizo y nos sigue haciendo? Dejemos que la misma carta a los Efesios nos dé la respuesta, sólo tengamos la sensibilidad y discernimiento para hacerlo de una manera relevante a nuestro tiempo y cultura.
 
1. Ef. 2:10 Nos hizo, nos re-creó en Cristo Jesús para que anduviésemos en buenas obras.  Buenas obras = obra, trabajo, tarea, función, misión. De la siguiente naturaleza o calidad = buena, excelente, fructífera, útil, provechosa.

¿Qué obras de este tipo podemos realizar en nuestro contexto como testimonio del Dios que nos ha llamado y recreado para esto? Quiero escucharlos.
 
2. Ef. 4:3 Nos llama a preservar y mantener la unidad que el Espíritu Santo ha producido. Él la produce, nosotros la guardamos o mantenemos. Una manera digna de vivir ante Dios es dejando que el Espíritu Santo, que nos ha unido en Cristo, siga haciéndolo. Debemos procurar activamente que la unidad producida por el Espíritu Santo, se preserve, se mantenga. Una iglesia dividida no es digna del Dios Trino. Recordemos que, según el Señor Jesucristo en Juan 17, unidad y misión van unidas, son inseparables.

3. Ef. 4:17 Nos ordena que ya no andemos viviendo como los otros gentiles, quienes andan en tinieblas y pecado. No debemos vivir ya más como los otros gentiles que se comportan y caminan por la vida enfocando su mente en cosas y prácticas vanas, vacías, engañosas, sin propósito. Diría el predicador en Eclesiastés "vanidad de vanidades", perseguir pompas de jabón. Efesios 4:17-29 nos habla de esas cosas vanas e inútiles en las cuales no debemos involucrarnos. Hacer eso contrista al Espíritu Santo.

4. Ef. 5:2 Debemos andar en amor, como hijos de Dios que somos, y ofrecer nuestra vida en sacrificio a quien tanto nos amó.  Una vida sacrificada al servicio a Dios y a sus propósitos, motivada por el amor a Él, subirá como un olor agradable a nuestro Padre celestial.  ¿De qué maneras sacrificiales podemos demostrar nuestro amor a Dios? El contexto nos dice que lo hacemos manteniéndonos puros ante la inmoralidad e inmundicia que hay a nuestro derredor, pero también no siendo avaros.

5. Ef. 5:8 Debemos vivir reflejando la luz de Jesucristo. Así como la luna refleja la luz del sol, nosotros debemos reflejar la luz de Jesucristo (Jn. 8:12). Somos la luz del mundo, según nos dijo el Señor. Hagamos nuestro el slogan del Señor Jesús en Juan 9:5 "entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo".

Contraste entre skotos y photos. Oscuridad y Luz. Skotos = tinieblas, pecado, maldad. Photos= luz, resplandor, fuego, brillo. El fruto del Espíritu (bondad, justicia y verdad) sin duda que nos diferencia de los que no siguen a Jesucristo y andan en tinieblas. Es Él quien nos ayuda a vivir de una manera digna que nos distinga de los que no conocen al Señor.

6. Ef. 5:15 Debemos vivir sabiamente aprovechando bien el tiempo, no como necios desperdiciándolo.  Tenemos que ser vigilantes y tener cuidado en la manera que usamos ese recurso no renovable que es el tiempo, ahí se manifiesta si vivimos como sabios o como necios. Todos tenemos la misma cantidad de tiempo, pero unos son sabios al usarlo y otros no. Hoy, hay muchos distractores que buscan impedir que usemos el tiempo para cumplir la misión de Dios. La iglesia puede ser uno de ellos, con sus muchas actividades, las cuales pueden competir en vez de coadyuvar con la familia y con nuestra participación en la misión de Dios. Las distancias, el tráfico, la adicción al trabajo, la tecnología con sus teléfonos inteligentes y las tabletas, la TV por cable, los hobbies, etc., nos ajetrean y a la vez compiten por nuestra atención. Pero esas mismas cosas, si somos sabios, podemos redimirlas y usarlas para la misión de Dios. La iglesia tiene que verse a sí misma como agente del Reino de Dios, como instrumento de su misión, y una vez que se vea como pueblo misional, deberá simplificarse a fin de permitir que sus miembros cumplan la misión de Dios, no sea que por tanta actividad estorbe el enfoque externo de la misión de Dios.

DIOS LLAMÓ A NOÉ, Y ÉSTE OBEDECIÓ CONSTRUYENDO EL ARCA A TRAVÉS DE LA CUAL ÉL Y SU FAMILIA SE SALVARÍAN.

DIOS LLAMÓ A ABRAM, Y ÉSTE DEJÓ SU ZONA DE CONFORT Y TODO LO QUE LE DABA SEGURIDAD E IDENTIDAD, PARA CAMINAR POR FE Y SEGUIR AL DIOS QUE LO ESTABA LLAMANDO.

DIOS LLAMÓ A MOISÉS EN UNA ZARZA ARDIENTE, Y ÉSTE DEJÓ SU OFICIO DE PASTOR EN EL DESIERTO, PARA LLEGAR A SER EL LIBERTADOR DE SU PUEBLO.

DIOS LLAMÓ A DAVID DETRÁS DEL REBAÑO DE OVEJAS, Y ÉSTE LLEGÓ A SER REY Y PASTOR DE ISRAEL Y UN HOMBRE CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS.

DIOS LLAMÓ A ISAÍAS EN UNA VISIÓN MAJESTUOSA EN EL TEMPLO, Y ÉL RESPONDIÓ "HEME AQUÍ, ENVÍAME A MÍ".

JESÚS, EN EL MAR DE GALILEA, LLAMÓ A DOS PAREJAS DE HERMANOS PESCADORES, Y ESTOS, DEJANDO LAS REDES, LAS BARCAS Y A SUS FAMILIARES, LO SIGUIERON Y SE HICIERON "INMORTALES".

JESÚS LLAMÓ A LEVÍ DETRÁS DE LA MESA DE LOS TRIBUTOS, Y ÉSTE LO SIGUIÓ A PARTIR DE ALLÍ, Y HOY TENEMOS EL EVANGELIO DE MATEO. 

EL JESÚS RESUCITADO SE APARECIÓ A SAULO Y LO LLAMÓ, Y ÉSTE, DEJANDO SU CAMINO, CAMBIÓ DE PERSEGUIDOR A SEGUIDOR. LLEGÓ A ESCRIBIR MÁS DE LA MITAD DEL NUEVO TESTAMENTO Y PLANTAR IGLESIAS HASTA SU MUERTE.

El mismo Pablo, nos dice hoy: "Fiel es el que os llama, el cual también lo hará" Y tú, ¿cómo caminarás en respuesta al llamado que Dios te hizo, te hace y te seguirá haciendo? ¿Es tu vida digna, equilibrada y balanceada respecto a los llamados que Dios te hace.  


Diciembre 2016

Floriano Ramos Esponda
  

MODO MISIONAL DE MEDIR EL ÉXITO DE UNA IGLESIA

La iglesia debe moverse más allá de medir el éxito por los indicadores tradicionales de 

  1. asistencia, 
  2. edificios y 
  3. finanzas. 


En lugar de eso debemos crear nuevas maneras de medir la efectividad en el ministerio y la misión. Pablo nos da los elementos clave en sus epístolas:

  1. Fe que obra
  2. Amor que trabaja
  3. Esperanza que se mantiene constante.


Estos nuevos indicadores incluirán medir el impacto que la iglesia está teniendo sobre y dentro de la comunidad en vez de sólo medir lo que está sucediendo entre  los miembros dentro de las cuatro paredes de las instalaciones de la iglesia. Para la iglesia misional no cuenta tanto cuánta gente está activa dentro de la membresía de la misma, sino cuánta gente participa activamente en la comunidad. Ya no es tanto acerca de cuánto dinero se recoge y se atesora, sino de cuánto dinero se da a la misión de Dios para que su reino se demuestre y se extienda en la tierra.


Una iglesia misional se hará las siguientes preguntas:

 

1. ¿Cuántas horas ha invertido la iglesia orando por asuntos de la comunidad? 

2. ¿Cuántas horas han invertido los miembros con los no creyentes?

3. ¿Cuántos de aquellos no creyentes están haciendo movimientos significativos hacia Jesús? 

4. ¿Cuántos grupos de la comunidad usan las instalaciones de la iglesia? 

5. ¿Cuántas personas de la comunidad han sido ayudadas en lo que respecta al área de la salud? 

6. ¿Cuántas personas de la comunidad han sido ayudadas por la iglesia en lo que respecta a empleo?

7. ¿Qué cantidad de niños en edad de escuela están siendo ayudados y tutoreados después de las actividades de la escuela por gente de la iglesia? 

8. ¿Cuántas veces los líderes de la comunidad o la simple gente de fuera busca a la iglesia por un consejo?

 

Hasta que la iglesia reconsidere la definición de éxito en el ministerio y cree nuevos estándares para medir apropiadamente ese éxito, continuará permitiendo que recursos (espirituales, humanos, materiales y financieros) vitales sean mal dirigidos en otras direcciones.

JESÚS: MISIONAL Y SIMPLE

JESÚS: MISIONAL Y SIMPLE


Introducción de una serie de reflexiones sobre el aspecto misional y simple de Jesús.


¡Que tú, Señor, recibas la gloria por estos escritos!


Jesucristo es una persona teantrópica, es Dios y es hombre. Los cristianos evangélicos al enfatizar tanto la deidad de Cristo, lo cual es bíblico y por lo tanto correcto, hemos descuidado su humanidad; y al hacer esto hemos perdido algo muy valioso, su modelo de vivir y cumplir la misión de su Padre, quien lo envió a este mundo. 


Hemos hablado tanto en himnos, coros, sermones y libros de su deidad, su poder y su trascendencia, que dejamos de ver su cercanía, su humildad, su vida de servicio y las relaciones personales que estableció. Existen excelentes libros acerca de la deidad de Jesucristo tanto en en español como en inglés. 


Nunca debemos dejar de hablar, enfatizar y enseñar la deidad de Jesucristo. Pero creo que debemos explorar cómo fue la persona de Jesús de Nazaret en cuanto al cumplimiento de la misión del Padre, ya que para eso nos llamó y a eso nos encomendó: "como el Padre me envió al mundo, yo os envío al mundo". 


En Juan 17:18 lo dice a modo de oración al Padre, pero en Juan 20:21 es una orden dada a sus discípulos. Estos dos pasajes dejan muy claro que el ejemplo a imitar y el modelo a seguir en el cumplimiento de la misión de Dios es Jesús. Su misión fue la misión del Padre, nuestra misión es la misión que Él vino a cumplir a la tierra, "Les aseguro que el que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.” (San Juan 13:20 DHH).


No sólo vino a proclamar el evangelio del reino de Dios de forma oral, sino que se hizo carne y habitó entre los seres humanos, y como ser humano, irradió la gracia y la verdad de Dios. Esa es, ni más ni menos, la misión de cada verdadero cristiano.


Floriano Ramos Esponda