¿QUÉ HACER ANTE LA PROSPERIDAD DE LOS IMPÍOS?
Base bíblica: Salmo 73
Introducción: Todos, en más de una ocasión hemos sentido lo que sintió el
salmista y al pasar por su misma experiencia, nos hemos preguntado ¿por qué
prosperan los impíos y nosotros no? ¿Qué debemos hacer?
I.- Evitemos que los malos sentimientos se arraiguen en
nuestros corazones (v. 3 y v. 21).
P. ej.
Envidia (v.3) y amargura (v.21).
Los malos
sentimientos nos hacen actuar como un animal.
II.- Entremos constantemente en la presencia de Dios
(v. 17-20; 27, 28).
En la
presencia de Dios se conoce la voluntad de Dios para nosotros (v. 28)
En la
presencia de Dios se descubre cuál es el fin de los impíos (v. 17-20, 27).
III.- Dispongamos en nuestro corazón que Dios es y será
nuestra máxima posesión (v.23-26).
Él no nos
reprocha nuestro proceder. Nos guía como
a un hijo pequeño (de la mano) (vv. 23,
24).
Él es
nuestra herencia en el cielo, y nuestra máxima posesión aquí en la tierra
(vv.25, 26)
Conclusión: Si esto hacemos, podremos decir junto al salmista
¡CIERTAMENTE ES BUENO DIOS PARA CON ISRAEL! ¡CIERTAMENTE ES BUENO DIOS PARA CON
LOS SUYOS!
Aplicaciones:
a) No dejemos que los
malos sentimientos nos hagan comportarnos como bestias.
b) Si buscamos a Dios nos
daremos cuenta que el fin de los impíos será muy diferente a su situación
presente, por ejemplo: Lucas 16:19-31.
c) No hay nada ni nadie
que valga más que Dios y nuestra relación con Él. Cuando la envidia quiera anidar en nuestro
corazón, valoremos lo que Dios significa y vale para nosotros: más que todo el
oro, la fama y el placer del mundo.
Fraternalmente en Cristo: Floriano Ramos Esponda
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